Las damas son esas máscaras de mujer con una cara que da muy mal rollo. No es una máscara tradicional, es de esos inventos ochenteros que se han mantenido tal cual con el paso de los años. Caras blancas de ojos y labios pintados, mucha purpurina, volutas, cristales de Svarowsky o brocados y, sobre todo, cosas alrededor de la cabeza, ya sea tela encerada, diademas gigantes, floripondios… Hay aberraciones y preciosidades. Y nosotras sentíamos que teníamos que modernizar el asunto creando máscaras venecianas de mujer originales con temas propios de este siglo. O de otros. Ya nos entendéis.