«Ni siquiera puedo salir de casa por miedo a que alguien caiga muerto a mis pies. Soy la Muerte, cariño. Sí, claro, tú te ríes ahora, pero nunca te admitirán en una buena guardería teniendo un padre que pone a la gente a criar malvas.» -Un trabajo muy sucio
Los médicos de la peste trataban a los enfermos de la plaga que asoló Europa entre los siglos XIV y XVIII. Vestían una larga túnica de cuero encerado y usaban unas máscaras con un pico largo que rellenaban de hierbas aromáticas a fin de camuflar el hedor a muerte de sus pacientes.
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