La mayoría de las máscaras clásicas venecianas tenían rasgos humanos y no de animales (la mayoría eran personajes de la comedia del arte).
De hecho, el único modelo de máscara con característica animales son los gatos o gnagas.
El primer uso documentado de la flor de lis en occidente data del siglo V ya que fue uno de los motivos elegidos para decorar la cubierta de la Vulgata (primera edición de la biblia traducida al latín) .
No sería hasta el Siglo XII cuando la corona francesa se adueñara de ella.