Rodoplhe Salis fue el fundador de este cabaret, uno de los más famosos. Aparte de ver señoritas bailando ligeras de ropa, el atractivo principal de estos sitios era la ingesta de cantidades astronómicas de licores como"el hada verde", como llamaban a la absenta. No la mezclaban con calimocho ni martini, y echarle hielo habría sido sacrilegio. Les gustaba ver cómo se volvía lechosa lentamente al mezclarse con el agua (¡Mira, tío, hay un hada bailando...!) y el ritual de prepararla era tan importante como la bebida en sí.
Necesitarás una copita y una cucharilla perforada. Vierte unos 30ml de absenta (si es verde fosforito no te fies mucho de su calidad), y pon sobre la copa la cucharilla con un terrón de azúcar. Gota a gota vierte agua helada sobre el terrón, dejando que se disuelva lentamente, hasta completar 3 partes de agua por una de absenta. Nada de quemar el terrón. Eso es un invento checo moderno. Los franceses lo que le echaban era unas gotitas de láudano. Así pillaban las que pillaban...