La reina Victoria de Inglaterra era otra loca de los gatos como nosotras. De hecho tenía dos persas. Colaboró con la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ya existía, ella le dió el título de "Real"), que había conseguido presionar al parlamento para que aprobasen la Ley de crueldad contra los animales de 1835.
No sabemos si por su influencia, tener gatos se puso muy de moda entre la aristocracia británica, no ya por su labor como cazadores de ratones, sino como mascotas.
¿Te has dado cuenta de lo que tarda el sisal de tu gato en descomponerse? Una tela se rajaría en seguida, pero la superposición y entrelazado de fibras convierten al sisal en una estructura a prueba de garras. Es el mismo concepto que el de los chalecos antibalas y la técnica de la cartapesta usada en nuestras máscaras: múltiples finos elementos superpuestos (o entrelazados) presentan más resistencia que uno sólo del mismo espesor.