En la genial novela futurista biopunk La chica mecánica los cheshires son una de tantas nuevas especies modificadas genéticamente para hacerlas superiores a sus predecesoras. El genetista se inspiró en el gato de Cheshire de Carroll para crear una criatura que pudiera camuflarse con el entorno. Le salió tan bien que se hicieron los putos amos y extinguieron a los demás gatos.
No conocemos ningún gato capaz de desaparecer -AÚN- pero sí lo hace el zafiro de mar.
Una compleja estructura de cristales de guanina hace que en ciertas posiciones este pequeño crustáceo se vuelva totalmente invisible. Increíble, que se caiga el servidor si miento.