Para pintar esta máscara nos inspiramos en La Biblia del diablo o Codex gigas, un manuscrito enorme (de 90 cm de largo) del siglo XIII rodeado de misterio. Y es que un sólo escriba habría tardado unos 30 años en escribirlo y pintarlo entero pero los análisis de la tinta sugieren que se escribió en 1 o 2 días. Y eso cuenta la leyenda: que un monje benedictino tenía que escribir un libro que recopilara todo el saber de la humanidad en un día si quería librarse de una condena a muerte (emparedado) por romper sus votos. Al ver que no le daba tiempo, hizo un pacto con el diablo, quien le ayudó a terminarlo a cambio de que incluyera su imagen.
¿Sabes que el término "miniatura" está relacionado con los códices antiguos? Viene del tetróxido de plomo o minio, un pigmento rojizo en polvo que se extraía del río Miño. Mezclado con clara de huevo, se usaba para dibujar (o "iluminar") las letras capitales que daban inicio al texto y toda la ornamentación a su alrededor. A estas letras, y a las ilustraciones, se las llamaba "miniaturas".