El arte camp surgió en los 60 de manos de un colectivo gay que se sentía orgulloso pero aún estaba muy encerrado en el armario. Usaba el humor negro y la exageración para reírse de elementos que la sociedad dignificaba. Era todo muy llamativo y ridículo. Para que os hagáis una idea, además del Batman de los 60 son camp las pelis El mago de Oz y Priscilla, reina del desierto, las obras teatrales Wicked y West side story, todo el glam rock y similares de los 80 (Queen, Kiss, etc)... y aún lo vemos hoy día en cientos de producciones.
Como contraposición, tenemos el Batman oscuro y trasnochado de Frank Miller, un psicópata que se diferencia poco de los villanos. Últimamente la faceta oscura de Batman ha cobrado relevancia gracias a los intensitos de Christian Bale y Christopher Nolan, que han hecho las delicias de los seguidores menos irreverentes.