Las máscaras de la comedia del arte. Parte I

Después de varios artículos hablando sobre el origen y significado de las máscaras venecianas ha llegado el momento de hablaros del otro gran grupo de máscaras, las máscaras de la comedia del arte. Aunque muchas tienen su origen en máscaras y personajes del carnaval veneciano, las máscaras de la comedia del arte evolucionaron de forma distinta y durante varios siglos fueron utilizadas en representaciones cómicas por las plazas de toda Europa.
Pero antes de comenzar con los personajes creemos que sería bueno pararse a explicar más o menos brevemente qué fue eso de la comedia del arte y cómo algo con un nombre tan pedante consiguió convertirse en el entretenimiento favorito del pueblo en medio continente.
¿Qué es la comedia del arte?
Si estabais pensando en suntuosos teatros, costosos trajes y sesudos diálogos sobre la finalidad del arte siento deciros que os equivocáis de cabo a rabo.
Estas obras improvisadas eran siempre distintas aunque los personajes y los argumentos eran siempre los mismos
La comedia del arte fue un género teatral que apareció en Italia a principios del siglo XVI y que estuvo en auge hasta el siglo XIX (ahí es na).
Las obras, de carácter satírico, eran improvisadas en plena calle por compañías de actores profesionales. Los personajes de estas obras eran siempre los mismos y los argumentos apenas variaban de una representación a otra. Para obtener el aplauso del público, los actores solían valerse de acrobacias y malabares así como de bailes o canciones.
Como en el teatro clásico, los actores llevaban máscaras que, junto con los ropajes, caracterizaban a cada uno de los personajes.
El género, que en muy poco tiempo se puso de moda por toda Europa, también era conocido como commedia all improvviso (improvisada), commedia a soggetto (temática), commedia popolare (popular) o commedia di zanni (comedia de criados).
El teatro medieval en Europa
Cuesta creerlo pero apenas 100 años antes de que las obras del Gran Lope y un tal Shakespeare vieran la luz, en Europa no había teatros y mucho menos actores profesionales. El género dramático no pasaba por su mejor momento y el panorama era más o menos el siguiente:
Por un lado estaba el teatro sacramental que representaba el clero y trataba temas taaaaaan amenos como la vida de los santos y los castigos que esperaban a todo aquel que se alejara de las enseñanzas divinas. Generalmente era interpretado por el clero en templos o plazas públicas durante las fiestas de guardar.
Por otro lado estaba el teatro erudito, que emulaba al teatro clásico y representaban nobles y estudiosos en universidades y palacios, muy alejado del pueblo llano que raramente sabía leer y mucho menos tenia acceso a algún tipo de cultura.
La oferta teatral de la época consistía en obras de la roma clásica o sermones religiosos.
Así las cosas, y con la escasa oferta de ocio de la época, se comprende el gran éxito que tuvo la comedia del arte entre las clases populares de toda Europa.
Qué más se puede pedir
Sin entrar en muchos detalles, la comedia del arte cogió lo mejor de todos los entretenimientoss que había por entonces y los unió en un único espectáculo:
- Teatro clásico: el teatro debía ser para entretener a las masas y no sólo para adoctrinar. Se dejaron de mártires y vírgenes y recuperaron los temas del teatro clásico griego y romano.
- El mester de juglaría. Como los juglares, las compañías de teatro viajaban de pueblo en pueblo entreteniendo, cantando y llevando noticias.
- Los bufones y saltimbanquis medievales. Incorporaron a las representaciones las diversiones de los festejos medievales con acrobacias y malabares así como la impunidad para reírse de todo bicho viviente de los bufones de la corte.
- El carnaval veneciano de donde sacan la mayor parte de personajes y máscaras.
Los actores de la comedia del arte
Con la comedia del arte surgen también los primeros actores profesionales y las primeras compañías y empresas teatrales. El teatro se convierte en un negocio más o menos lucrativo que permite a los actores comer de su trabajo y por primera vez las actrices suben a los escenarios.
Rara vez tenían una residencia fija y solían viajar de pueblo en pueblo con un espectáculo que, a falta de algo mejor, se representaba en plana calle en los escenarios que ellos mismos transportaban y montaban. Sus viajes los llevaron por toda Europa supliendo con mímica el problema del idioma, hasta con los rusos se entendieron. Poco a poco la idea caló en otros países como España y especialmente Francia, que crearon sus propias compañías y personajes más adaptados a sus modas y gustos.
El teatro se puso tan de moda que las mejores compañías (aclamadas por el populacho) empezaron a ser mantenidas por las casas nobles. Sólo las ciudades más opulentas contaban con una troupe durante largos periodos de tiempo y era habitual que pagaran para que los comediantes eligieran sus ciudades durante las fiestas, aunque lo normal era que vivieran de las monedas que el público les daba tras las representaciones.
Los actores profesionales se convirtieron en verdaderos ídolos de masas y no era raro que las representaciones acabaran en pelas por hacerse con los favores de los actores o actrices. Sí, ahora las que bailamos el Wannabe durante horas nos reímos de las Beliebers, igual que los de los Beattles se rieron de nosotros, si es que fangirls ha habido toda la vida.
Precedidos por su fama las compañías viajaban de pueblo en pueblo representando su obra a cambio de unas monedas.
Que su carácter itinerante no os engañe, los actores (los buenos al menos) eran gente culta, sabían leer (que para la época no era poco), chapurreaban en varios idiomas, conocían a los clásicos y sabían más de geográfica y política que la mayoría de sus coetáneos.
Los guiones de la comedia del arte
No cometáis el error de pensar que los actores salían a escena con su traje de colores, se ajustaban sus bonitas máscaras de papel maché y se encomendaban a Dios para tener una buena función y no salir del pueblo a tomatazos. La improvisación de las obras exigía de muchos ensayos y de una gran compenetración entre los actores.
La historia era siempre la misma: los hijos de los señores (personajes aburridos y sin chicha) se enamoran y en el intento de conseguir estar juntos se dejan embaucar en los enredos de los criados.
No se puede hablar de un guión como tal ya que no había diálogos fijos ni descripciones muy precisas, sino de canovaccio scenari, anotaciones generales junto con algunas frases indispensables para mantener la trama.
Además de este guion principal, los actores memorizaban cientos de pequeños diálogos y chistes que una vez en escena iban alternando con canciones, bailes y malabares en función del público y de las circunstancias de cada noche. En la época dorada del género incluso representaban pequeños fragmentos de teatro clásico o citaban a los grandes pensadores de la época.
A veces, en los ensayos o en mitad de una actuación especialmente inspirada, se les ocurrían nuevas gracias, que si gustaban se apuntaban y se añadían al repertorio propio de la troupe y que se protegían con la vida.
Las tramas, en realidad, eran lo de menos ya que la gente iba al teatro esperando reírse de todo lo que estaba pasando en el mundo, los amoríos de la corte, las penurias del trabajo en el campo o de las ridículas costumbres de los del pueblo de al lado. Bajo el engaño de la risa fácil, la comedia el arte era un dura sátira de la situación social y política del momento.
Como es lógico, mantener tanta información dentro de la cabeza no debía ser tarea fácil, por eso los actores acostumbraban a esconder entre bambalinas papelitos con los textos que claro está no eran chuletas, sólo recordatorios para estas más tranquilos ;).
Los personajes de la comedia del arte
Con pequeñas variaciones propias, los personajes eran siempre los mismos, arquetipos de la sociedad de la época que representaban a todas las clases y estamentos sociales e incluso las distintas regiones del país, cada uno con sus rasgos, dialectos y forma de vestir características.
Para que fueran reconocibles por el público, en todo momento cada personaje llevaba un atuendo característico que en el caso de algunos personajes se completaba con una máscara.
Cada personaje tenía además sus lazzis. Podríamos decir que los lazzis eran algo así como muletillas, pequeñas frases o movimientos, tics que los personajes repetían una y otra vez para obtener la risa fácil del público y que requerían de una gran habilidad por parte de los actores para introducirlos en la obra sin parecer idiota.

¡Claro, como el Luisma es tonto…!
Piruetas, cancioncillas, gestos exagerados o inclusos juegos malabares a los que los actores recurrían en caso de necesidad sin tener necesariamente que venir a cuento. Algunos eran propios de los personajes (como las piruetas de arlequín), otros eran cosa de cada actor.
Cada compañía o actor aportaba su toque único al personaje y cuando algo gustaba todos los demás lo copiaban, y así con el paso de las años los personajes fueron cambiando sus máscaras, su forma de vestir o directamente se transformaron en otros.
Los personajes de la comedia del arte se dividen en tres grandes grupos: los amos, los criados y los enamorados.
Los amos o vecchi
Salvo raras excepciones eran hombres de avanzada edad, malvados que sólo buscaban su propio enriquecimiento y para lo que no dudaban en hacer la vida imposible a los demás. Lucían caros y vistosos ropajes así como una máscara que los hacia fácilmente reconocibles.
Su principal misión era ser blanco de las todas las críticas a los problemas sociales.
Eran tres: un militar, un comerciante y un catedrático.
Los criados o zanni
Los criados eran pobres y debían hacer lo que fuera por sobrevivir. Solían ser personajes tramposos y de moral distraída a los que las cosas no siempre les salían bien. Generalmente eran de origen rural y hablaban con el dialecto propio de su lugar de origen.
A diferencia de los señores, entre los criados había hombres y mujeres con y sin máscaras, y solían aparecer en parejas.
Los amantes o innamorati.
Como ya hemos dicho solían ser los hijos de los señores, que se oponían a sus padres y aunque en teoría eran los protagonistas de la obra, sus personajes carecían de gracia.
Otra rasgo característico es que nunca llevaban máscara.
¿A que todo lo que os hemos contado os suena mucho? Los gustos cambian mucho superficialmente con el paso de los siglos, pero al final los esquemas siguen siendo los mismos.
Próximamente os hablaremos con más detalle de todos los personajes de la comedia del arte.