Cómo enmarcar una máscara veneciana

Seguro que más de uno pensáis: sí, una máscara, qué bonica ¿y qué hago yo con ella? Porque para disfrazarse sí, te la atas y ya, pero luego ¿dónde la pones?
La mayoría de la gente la deja en una repisa o la cuelga de la pared a pelo. Es una opción rápida pero la verdad es que luce poco. Así que, como buenas amantes del DIY, te vamos a enseñar una forma de exhibir tu máscara y que se vea el triple de chula de lo que es. Quien dice máscara dice casi cualquier coleccionable u objeto de cosplay: pistola de rayos, espada láser, daga, camiseta firmada, las opciones son múltiples.
Es tan sencillo como enmarcarla.
Necesitarás:
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- Un marco viejo, uno cutrecillo, lo que te dé el presupuesto.
- Papel de lija de grano medio.
- Selladora acrílica.
- Pintura en spray, acrílico o esmalte (al gusto).
- Una paletina suave.
- Alambre fino.
- Alicates.
- Papel de scrapbooking /poster/lo que sea para el fondo.
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Paso 1: consigue un marco
Elije un marco acorde a la máscara u objeto que vayas a enmarcar: con volutas, de cajón, liso… Ikea y los chinos del barrio pueden ser tu mejor aliado. Es importante que no seas rácano con el tamaño: la máscara tiene que respirar, como mínimo el marco tiene que ser dos veces más ancho y más alto que tu máscara. Por supuesto, si tienes dinero de sobra o te gusta que te lo den todo hecho puedes ir a una tienda de enmarcación, elegir, y volver a recoger tu pedido, pero si no quieres gastarte en enmarcar tu máscara 4 veces lo que cuesta, sigue leyendo que te enseñamos a tunearlo.
Paso 2: tunéalo
Si el marco te gusta tal cual, perfecto, pero hay marcos horribles a los que no darías una oportunidad que son muy mejorables. Nosotras vamos a convertir un marco más bien tirando a hortera en uno moderno. Guarda el cristal, no lo vas a necesitar.
Empieza por lijar la superficie. Esto abre los poros de la madera y crea una superficie microscópicamente rugosa para que la imprimación que vamos a aplicar después se adhiera bien. Cuanto más lo mejores aquí menos se notará que realmente el marco era mejorable. En este caso nivelamos con el cúter las volutas de madera, que no coincidían ni de casualidad, y rellenamos las juntas con pasta. La verdad es que se tarda 5 minutos como mucho en hacer esto y gana bastante.
Séllala con imprimación acrílica. Gesso, selladora, como quieras llamarlo. Esto crea una capa blanca uniforme sobre la que aplicar después la pintura. Da dos capas, espaciándolas según las instrucciones del fabricante. Es importante que lo hagas con una paletina de pelo suave y no de las de cerdas, o éstas se quedarán marcadas. Aunque si vas a darle un aspecto grunge después, te da igual.
Una vez bien seca la imprimación es hora de aplicar la pintura. Aquí es imaginación al poder. Lo más barato y rápido es el rollito moderno monocromático, porque le das un par de capas a spray y tan estupendo. Ojo, que si vas a dar un color base y otro a pincel seco, por ejemplo, no puedes usar spray de base y pintura americana después. Se caerá con el tiempo.
Inciso: ¿Cómo elegir el color? Puedes pintar el marco del color predominante de tu máscara o del secundario, pero es importante que sea IGUAL. Es decir, si tu máscara es rosa no escojas un spray malva aunque sea monísimo. Si es marrón rojizo no te sirve una pintura marrón verdosa. Un color parecidillo quedará MATAO. Es preferible si no lo encuentras que cojas el color de contraste, blanco, negro, algo totalmente diferente. Lo mismo con el acabado: mate, satinado, brillante o perlado, cualquier opción es válida si es coherente con lo que tienes.
Paso 3: el fondo.
Esto bien merece un post aparte pero vamos a resumirlo: quieres que resalte la máscara. Hay papeles chulísimos que por sí solos te dan ganas de enmarcarlos, pero contrólate. Elije un papel bonito que no se coma el motivo principal, sino que lo potencie. Podemos postular tesis sobre ello pero lo mejor es que te lleves la máscara a la tienda y elijas in situ. Eh, que no siempre hay que comprar. Igual le quedan de lujo tus apuntes de Platón pasados por té.
Paso 4: ensamblarlo todo.
Pon la máscara sobre la tablilla trasera del marco y marca con un lápiz el contorno y el punto en el que caen los agujeros de las cintas (en el dibujo, en rojo). Si no tienen simplemente marca donde están pegadas las cintas y úsalas después para pasar el alambre a través de ellas, anudándolas si no quieres agujerearlas.
Después retira la máscara y usa la marca que has hecho como referencia para perforar dos agujeritos con un taladro de mano o un punzón, teniendo en cuenta que tienen que caer dentro de la máscara para que no se vean y que tienes que dejar espacio suficiente entre ambos como para que la madera o DM no se rompa. 5mm entre ambos está bien. Pon el papel encima de la madera y repite el proceso usando los mismos agujeros como plantilla, pero esta vez con una aguja o algo pequeñito.
Corta dos trocitos de alambre (de unos 10 cm para que te sea cómodo) y pásalos por el agujero de la máscara como si fueran horquillas. Úsalos para ensamblar máscara, papel y trasera del cuadro. Una vez asomen por detrás retuércelos con unos alicates. Cuanto más aprietes más se enderazará la máscara. Tampoco te pases que se rompen.
Y ya está. Si tu marco no tenía enganches enróscale un cáncamo o atornilla un par de colgadores de manera que luego no se vean.
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