Esta colección es un homenaje a todos los grandes artistas que han pasado a formar parte de nuestra vida.
Respetar las tradiciones es bueno. Es bonito que el carnaval veneciano se haya mantenido fiel a su espíritu durante tantísimos años pero si los antifaces con purpurina en toda su horteridad han conseguido abrirse hueco y convencer a todo el mundo de que formaban parte de las máscaras tradicionales ¿por qué no iban a estar permitidos los coloridos cuadros de Mondrian o las bonitas ilustraciones de los modernistas franceses en las máscaras modernas?
¿Cuántas obras de arte puedes descolgar de la pared y ponértelas para ir de fiesta?
Está claro que una máscara se presta más a la abstracción americana que al barroco español, pero lo grande del arte son las múltiples interpretaciones con las que se puede enriquecer una obra. Imagina una bauta que representara «Perro semihundido», de Goya. Brutal.
Tanto si eres un fan de los impresionistas franceses, de los constructivistas rusos o del Ukiyo-e japonés, podemos pintar la máscara perfecta para tu despacho-museo.
PD: dijimos que era hora de eliminar las horteradas del carnaval. No nos pidas una de Gustav Klimt. No, en serio.